En la Comunidad Autónoma de Cantabria bañada por el Mar Cantábrico en el norte de España, entre el País Vasco, Castilla y León y el Principado de Asturias, se encuentran pueblos con encanto, playas, calas naturales y valles de increíble belleza escondidos entre las montañas. Además, en los yacimientos arqueológicos repartidos por todo el territorio se conservan vestigios de los primeros habitantes que se remontan al Paleolítico, como por ejemplo las pinturas rupestres de la cueva de Altamira que forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Otros bienes culturales de Cantabria son el Camino de Liébana, un tramo del Camino de Santiago que pasa por la zona costera; la Iglesia de Santa María de la Asunción en Castro-Urdiales; la Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar; y el monasterio de Santo Toribio de Liébana en Camaleño.

A lo largo de su historia, Cantabria ha heredado un importante patrimonio material e inmaterial de las tribus y pueblos que se asentaron en el territorio, que se guarda en sus museos, monumentos, iglesias, fiestas, gastronomía, artesanía y literatura. En particular, la tradición oral ha transmitido a lo largo del tiempo creencias, mitos y supersticiones de origen celta que a menudo se encuentran en rituales festivos, cuentos y canciones tradicionales. Existen multitud de celebraciones de interés histórico-cultural en las que sumergirse en la cultura local, como el Viernes Santo en Castro-Urdiales, el Carnaval de Santoña, la Batalla de las Flores de Laredo, las Guerras Cántabras en Los Corrales de Buelna y el Día de Cantabria en Cabezón de la Sal.

Sin embargo, otra manera de profundizar en la identidad del territorio es visitando las ciudades que conservan preciados tesoros en sus museos y edificios civiles y religiosos. En el pueblo de Comillas se encuentra el Palacio de Sobrellano de estilo neogótico de Joan Martorell y el Capricho de estilo modernista de Antoní Gaudí, dos ejemplos de extraordinaria arquitectura del siglo XIX, obra de dos famosos arquitectos catalanes.
La arquitectura medieval de la Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar, la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda en Socobio y la Colegiata de San Martín de Elines, del siglo XII de estilo románico, sorprende enormemente al visitarlas.
En los museos cántabros no sólo se profundiza en la cultura local como en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira donde se conservan objetos prehistóricos encontrados en la cueva de Altamira y otras cuevas de Cantabria, y en el Museo Etnográfico de Cantabria en Muriedas ubicado en la casa de Pedro Velarde, personaje histórico relevante de la Guerra de Independencia Española (1808-1814). Sino también se descubren otros aspectos vinculados al mundo marino como en el Museo Marítimo de Cantabria, y al mundo del arte como en el moderno Centro Botín, ambos ubicados en Santander.
También la gastronomía local es una forma de conocer las raíces de Cantabria y sus genuinos productos autóctonos. Y en sus mercados se encuentran las excelencias del territorio. Por lo tanto, visitar algunas ciudades o lugares que incluyen estos elementos es vivir una experiencia directa y completa de la cultura cántabra.

En Castro Urdiales, situada entre el Mar Cantábrico y el Golfo de Vizcaya, además de espléndidas playas y altos acantilados con espectaculares miradores, se encuentran palacios históricos, monumentos y bienes de interés cultural como la Iglesia de Santa María de la Asunción de estilo gótico; el castillo-faro medieval de Santa Ana; el Palacio, Castillo y Jardines de Ocharan de principios del siglo XX de estilo modernista; y el yacimiento de Flaviobriga con restos de la época romana y medieval. Para saber más acerca de Castro Urdiales, lee aquí.

Laredo, rodeada de montañas y bordeada por la Ría de Treto que desemboca en el mar, además del Parque Natural de las Marismas de Santoña y las playas, cuenta con un interesante patrimonio histórico-cultural como los restos de la muralla medieval, la Iglesia de Santa María de la Asunción de estilo gótico, el centro histórico y palacios que conservan su arquitectura original. Para saber más acerca de Laredo, lee aquí.

Por último, en Santander, situada a lo largo de una bahía con espectaculares vistas a la costa y al mar Cantábrico, además de frondosos parques, playas paradisíacas y una península dominada por un elegante palacio de estilo inglés, se encuentran museos de especial interés como el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, la Casa Museo de los Pelayo y el Museo Marítimo de Cantabria; palacios e iglesias históricas; fiestas tradicionales imperdibles como la Fiesta de los Baños de Ola y la Semana Grande de Santander y una sabrosa gastronomía tradicional. Para saber más acerca de Santander, lee «Santander. La Ciudad Valiente y Benéfica«, quinto libro de la serie: “Guías narradas e ilustradas de España”, para descubrir el patrimonio cultural, natural y gastronómico de una de las ciudades más bellas de Cantabria.